A menudo cuando hablamos de arquitectura y diseño de interiores, a nuestra mente viene algo realmente farragoso, mucho gasto, muchos quebraderos de cabeza, pero nos damos de frente con la realidad, algo que dista mucho de lo que teníamos en mente hasta el momento, pues con simples pasos y de la mano de un profesional, un interiorista, un gran cambio es posible con muy poco:
- Cambios de distribución determinados y concisos dentro del espacio que nos ocupa.
- Uso de sencillos pero elegantes materiales.
- Cambios de tonalidades dentro de un mismo espacio, que hagan de él, algo bello y con atractivo.
- Realizar un pequeño estudio lumínico para dar con una buena iluminación mediante la luz natural y artificial, potenciando así, aquellos espacios más oscuros y apagados.
- Reutilizar el mobiliario existente, con un lavado de cara.
Pues con sencillos pasos podemos obtener un espacio realmente bello y acogedor sobre una base de sencillez y naturalidad.